^ Aquí arriba tenéis mis diferentes historias. ¡No dudéis en entrar en la que más os llame la atención! ^____^

viernes, 13 de enero de 2012

Camelot Cap. 1 Parte. I

¡Buenas tardes!

 Camelot es una novela de fantasia que estoy escribiendo desde hace poco, y es la que más me gusta. Para que os enteréis un poco, aquí tenéis la sinopsi:


"¿Qué pasaría si las leyendas sobre el Rey Arturo, Merlín y la Dama del Lago fueran más que leyendas?

Cuando Alice atraviesa, sin querer, un espejo, su vida cambia para siempre. Porque llega a Camelot. Un lugar extraordinario, situado entre las dimensiones y los pliegues del tiempo. Allí conoce a Yrina y a Peter, que le abren el camino por un mundo plagado de seres que hasta entonces desconocía de su existencia: unicornios, dragones, salamandras y hadas eran habitantes más.
Pero, una cosa se le escapaba.
Y, ¿la magia?"


Aquí os dejo la primera parte del primer capítulo. Por favor, comentad y decidme si os gusta y en qué puedo mejorar. ¡No os cortéis! Ah, y para evitar confusiones, todos los trozos que escriba de "Camelot" estarán en morado. ^____^
Capítulo 1
A Través del Espejo

Parte I


La vida de una gota de agua, corta pero intensa. Cae del cielo, viviendo un remolino de emociones a la vez, sin saber que en apenas unos momentos caerá hacia la tierra y morirá a causa del choque contra la acera, o un coche. O tal vez contra la ventana de ella.

Alice cerró el libro de historia, exasperada. Observó con semblante aburrido como la lluvia se estampaba contra el cristal de la ventana de su habitación y las gotas se deslizaban, más rápidas o más lentas, de la parte de arriba hasta el marco. Se lo debían pasar muy bien cuando caían verticalmente desde el cielo, pero en cuanto pisaban la superficie terrestre, se volvía aburrida, muy aburrida. Pero, desde luego, más aburrido era aprenderse aquella lección.
Al final, desistió, y dejó a un lado el libro. Desde el salón, le llegó la voz de su tía Rose:
- ¡Alice! ¿Has acabado de estudiar?
La chica entornó los ojos.
- Estoy a punto.
- Pues acaba rápido, niña, que ya es muy tarde.
- Lo sé.
Pero en vez de volver a sentarse en su mesa de estudio de madera, se desnudó, guardó el uniforme en el armario y se vistió con un vestido del verano pasado que le iba pequeño y usaba como camisón. En realidad, no tenía sueño, pero tenía la sensación de que si seguía estudiando le iba a explotar la cabeza. Se tumbó en la cama. Hundió el rostro en la almohada y se tapó hasta la barbilla con el edredón, suave y cálido contra sus piernas desnudas. El monótono sonido de la lluvia no cesaba, y fuera de la casa, la tormenta tampoco daba señales de amainar pronto. Desde el dormitorio de su tía oyó como esta le daba las buenas noches, a lo que ella respondió con un murmullo incomprensible y, para Rose, inaudible. Unos momentos después, la luz del pasillo se apagó.
De Alice, lo único que se le veía era una mata de su pelo, largo y castaño. A decir verdad, ella no era nada especial. Ni guapa ni fea, no llamaba la atención. Tenía un físico común, pelo marrón claro, ojos color miel, ni alta ni baja. Era discreta y bastante tímida. Aunque un puñado de personas eran amables y intentaban ser sus amigos, los demás la veían como un bicho raro. Y de hecho, así era como se sentía ella. Diferente.
Como si ese no fuera su lugar, ni su tiempo. Hasta a veces le daba la sensación de que ni siquiera tendría que haber nacido.
Pero ella continuaba con su vida discreta en casa de su tía, porque, según le habían dicho, cuando ella era muy pequeña, sus padres habían fallecido en un accidente de coche. Ella había sobrevivido de milagro.
A veces se preguntaba si su vida hubiera sido igual si sus padres siguieran vivos. Pero tampoco estaba triste al pensar en ellos, ya que nunca los había conocido y no sabía lo que se estaba perdiendo.
No se puede decir que era desgraciada, pero no era del todo feliz.
La chica se dio la vuelta en la cama, desordenando el edredón una vez más. No podía dormir. Se giró hacia la mesilla de noche para ver que hora era en su despertador digital, y comprobó, disgustada, que tan solo habían pasado unos minutos. Se incorporó un poco sobre la cama. Sería una noche larga.
Poco a poco, sus ojos fueron acostumbrándose a la penumbra. Pudo distinguir las siluetas de los muebles de su habitación, sus colores mucho más oscuros de lo que eran a la luz del día; el armario, alto e imponente; la mesa de estudio, encima de la cual estaba el libro de historia; la estantería, plagada de libros de fantasía, que hablaban de mundos y personajes que a ella le resultaban maravillosos.
Cansada de no estar haciendo nada, y agobiada por el hipnótico sonido de la lluvia, se incorporó sobre la cama. Sus pies se posaron sobre el suelo frío y un escalofrío le recorrió. Procurando no pisar el suelo por mucho tiempo por miedo de constiparse. Se calzó con las pantuflas azules, aquellas tan suaves, y silenciosamente se deslizó hacia el baño para ponerse el albornoz que recibió por su cumpleaños.
Recorrió los pasillos de la casa, que de noche adquirían un aspecto lúgubre y triste, y aún más cuando la luz fantasmal de las farolas de la calle, modificada por las millones de lluvia que caían en ese momento, se filtraba por las persianas entre-abiertas.
Pasó por delante de la habitación de su tía Rose, que roncaba sonoramente, y se dirigió hacia las escaleras, para bajar al salón, tal vez a ver la televisión, aunque no creía que hubiera nada que le interesara a aquellas horas de la noche.
La madera crujía bajo sus pies a cada paso que daba, y se detenía cada momento para comprobar si había despertado a su tía. Pero los ronquidos continuaban sin interrumpirse.
Llegó al último escalón, el cual crujió más sonoramente que los demás, y de un saltito se posó sobre la alfombra que cubría todo el suelo del salón.
Miró en derredor, buscando algo que hacer, aunque ya sabía que allí no había nada que le gustase demasiado. Con algo de resignación, se dejó caer sobre el sofá, y se encogió sobre sí misma. Alargó la mano para agarrar el mando de la televisión. Apretó el botón "power", pensando que ya buscaría algo que ver, que algo habría y que cualquier cosa era mejor que no hacer nada en la cama, pero cuando se encendió, la pantalla era completamente gris y ponía "Sin Señal". Fastidiada, Alice apagó la tele. Maldita tormenta.
Se levantó, y empezó a dar vueltas por la amplia habitación, aburrida, sin detenerse, al igual que la tormenta, esperando a que pasaran las largas horas, a pesar de que el reloj de la pared parecía ir más despacio de lo normal.
Después de un rato, se apoyó en el trozo de pared que había al lado de la ventana, limitándose a escuchar el sonido de la lluvia y a jugar a enredar un mechón del pelo en su dedo. Se preguntó si en otros planetas también llovería. La profesora de Ciencias Naturales decía que era imposible, pero Alice sabía que se refería a que era imposible en los planetas del Sistema Solar, no en los otros. Simplemente, porque no lo sabía.
Tal vez, en otro planeta, habría una chica extraterrestre que no podía dormir mirando por la ventana de la casa de su tía. Y que también se llamaba Alice.
La chica sacudió la cabeza, sonriendo, ante aquellos pensamientos tan absurdos. Aunque, tal vez no lo fueran tanto: el Universo es infinito, así que quién sabe.




Annushka

7 comentarios:

  1. me encantan tus historias, son buenisimas, tenes una imaginacion impresionante, no komo yo ke hago solo kontinuaciones de libros :(

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    1. Ay, ¡muchas gracias! Me he puesto roja, jajaja. ^/////^
      Pues a mi las continuaciones de libros también me gustan. De hecho, estoy escribiendo una, cuando tenga tiempo la pasaré al ordenador y la subiré. ^^

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  2. anna, me encanta, como te dije el otro dia, no me puedo creer que esto lo has escrito tu, esta genial, y estoy de acuedo con Soul, tienes una imaginacion impresionante.
    Continuala proto.

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    1. ¡Gracias, Natalia! Me gusta que te guste, jaja. x)
      Ahora mismo cuelgo un trozo más. :3

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  3. Es genial, escribes con una ortografía impecable y no tienes errores sintácticos. Dejando el análisis de lado, es una historia que me gustaría mucho leer (hablando con total franqueza) y que estaría muy bien que siguieras colgándola aquí. Me hago seguidora del blog, y espero ver más pequeñas piezas de arte como esta. Como dicen los comentarios anteriores tienes una gran imaginación, bien que escasea en esta sociedad. Estoy contenta de encontrar más jóvenes escritores como yo a los que les gusta la fantasía y a los que se les de tan bien.

    Jajajaja, después de este análisis tan formal me presento, soy mmaariiaa del dA ^_^.

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    1. Guau, muchas gracias. ^//3//^ Me alegro de que la quieras leer, y gracias por hacerte seguidora.
      Jaja, ya me imaginaba que eras tú. ;)

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  4. ¡¡¡¡Impresionante!!!!

    ¡Al igual que las demás historias!

    Tendrías que hablar con Laura Gallego, haber si haceis un libro juntas ;D.

    M.A

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